“TU ERAS HIJO DE UN HOMBRE, DESDE AHORA TE LLAMARÁS HIJO DE DIOS”

 

“¿Cuál es nuestra vocación?” Sería conveniente que repasaseis de cuando en cuando, en el aniversario de vuestro bautismo o primera Comunión, por ejemplo, las oraciones de la liturgia bautismal. Su atrevimiento es sencillamente desconcertante: por lo menos nos ilustran sin oscuridad alguna sobre nuestra vocación cristiana. Se resumen en esta declaración inaudita que Cristo dirige al neófito, quien desde entonces solo forma un cuerpo con él: “Tú eras hijo de un hombre, desde ahora te llamarás hijo de Dios
del libro "Simón Pedro, Capítulo 1; Autor: George Chevrot"

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