AMÉMONOS UNOS A OTROS

DE LA PRIMERA CARTA DE SAN JUAN 

Queridísimos: amémonos unos a otros, porque el amor procede de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios, y conoce a Dios.

El que no ama no ha llegado a conocer a Dios, porque Dios es amor.

En esto se manifestó entre nosotros el amor de Dios: en que Dios envió a su Hijo Jesucristo al mundo para que recibiéramos por él la vida.

En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó primero y envió a su Hijo como víctima por nuestros pecados.

Queridísimos: si Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos unos a otros.

A Dios nadie le ha visto jamás. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor alcanza en nosotros su perfección.

Y nosotros hemos conocido y creído en el amor que Dios nos tiene. Dios es amor, y el que permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él.

En el amor no hay temor, sino que el amor perfecto echa fuera el temor, porque el temor supone castigo, y el que teme no es perfecto en el amor.

Nosotros amamos, porque Él nos amó primero.

Si alguno dice: 'Amo a Dios', y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve.

Y hemos recibido de él este mandamiento: quien ama a Dios, que ame también a su hermano.

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario