
– ¿Y qué respondió?
– “Me refiero a los gastos de la fiesta. Que si invitados, amigos y parientes…”. Y entonces yo le dije: Pero bueno, qué es más importante, ¿que haya invitados o que el niño esté en gracia de Dios? Qué es más importante, nuestra propia comodidad o que el niño esté sin pecado original, lleno de gracia. ¿Buscamos nuestro interés o el interés del niño…?
VER ARTÍCULO COMPLETO EN:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario